EL RETROCESO DE LOS GLACIARES

29.02.2012 01:57

Una de las consecuencias del calentamiento global, entre otras, es el paulatino retroceso de los glaciares a nivel mundial.

Como veremos más abajo, la temperatura global del Planeta Tierra se ha incrementado en 0,76º C en los últimos 155 años, según el IPCC (Cuarto Informe de Síntesis 2007). Ya el Informe publicado por el IPCC en abril de 2001(IPCC: Climate Change 2001, the Third Assessment) resaltaba que el promedio de la temperatura global en superficie durante el siglo XX aumentó 0,6º C y que la cubierta de hielo y nieve decreció.

Según los siguientes autores, Enrique Serrano, catedrático de Geografía Física de la Universidad de Valladolid, Eduardo Martínez de Pisón, catedrático de Geografía Física de la Universidad Autónoma de Madrid, Fernando Lampre, Presidente del Patronato de los Monumentos Naturales de los Glaciares Pirenaicos y el Departamento de Energía de Greenpeace España en el documento titulado “Desaparición de glaciares pirenaicos españoles” (Greenpeace, septiembre 2004), señalan que “la criosfera consiste en aquellas regiones de la Tierra cubiertas por hielo y nieve, tanto en territorio continental como en los mares. Incluye la Antártica, el Océano Ártico, Groenlandia, el norte de Canadá, el norte de Siberia y la mayor parte de las cumbres de las cadenas montañosas donde las temperaturas bajo cero persisten durante la mayor parte del año. La criosfera juega un rol fundamental en la regulación del sistema climático global”.

Los mismos autores indican que la nieve y el hielo tienen un alto albedo (El albedo de la superficie es una medida de reflectividad que indica qué cantidad de radiación solar es reflejada por un cuerpo. Un valor de 1 define una reflectividad perfecta de la superficie. Las superficies blancas como la nieve y el hielo tienen albedo alto, del orden de 0,8 a 0,9. Un valor de 0 define una absorción perfecta de la superficie. Las superficies oscuras como un bosque y la superficie del océano tienen bajo albedo, del orden de 0,1 a 0,3.), es decir, reflejan mucha de la radiación solar que reciben, así en la Antártida algunas partes reflejan hasta un 90 % de la radiación solar incidente, si lo comparamos con el promedio observamos que es muy alto (promedio global 31%).

Si no existiera la criosfera, el albedo global sería muy bajo y el nivel de la superficie terrestre absorbería más energía y la temperatura de la atmósfera se elevaría aún más. Desde 1966 la cubierta de nieve en el hemisferio norte ha disminuido en torno a un 10 %.

Los glaciólogos basan sus investigaciones en análisis de documentación histórica, fotografías, mapas, imágenes digitales de satélites, dendocrinología, etc., con ello estudian las variaciones de los glaciares y las fluctuaciones de los mismos.

En cuanto a la morfología y características de los glaciares, M. Berton, (“Aspectos Glaciológicos de la Zona de Hielo Continental Patagónico”. Instituto Nacional del Hielo Continental Patagónico, 1972), utiliza la siguiente clasificación:

Inslandsis, glaciares de valle, glaciares de circo, glaciares de piedemonte, glaciares compuestos, calving (desprendimientos de témpanos).

Los inlansis son masas de hielo de extensión continua y con movimiento en todas las direcciones, comprenden los mantos continentales de la Antártica y Groenlandia y el Hielo Continental Patagónico.

Los glaciares de valle son mantos glaciares que se depositan en la parte superior de las montañas y descienden por los valles montañosos hasta la llanura; tienen varios kilómetros de extensión.

Los glaciares de circo son más pequeños y se depositan en cuencas en forma de anfiteatro; su extensión varía entre varias hectáreas y varios kilómetros.

Los glaciares de piedemonte se caracterizan por un enorme glaciar al pie de las montañas alimentado por dos o más glaciares que descienden de la parte alta de las montañas, formando un manto de hielo de enorme extensión en forma de abanico.

Los glaciares compuestos se forman en la confluencia de dos o más glaciares simples con cuencas de alimentación propias, estos últimos corren casi siempre por un valle más amplio. Ejemplo: el glaciar Upsala con los glaciares Cono y Bertachi.

El frente de los calving está en contacto con el agua perdiendo parte de su masa con el desprendimiento de témpanos; los ejemplos más típicos son el Glaciar Perito Moreno y el Spegazzini en el Lago Argentino y el Viedma en el mismo lago.

 

2.1 Glaciares alpinos

Siguiendo el mismo documento de Greenpeace, “el estado de los glaciares está en regresión acelerada: 8 de cada 9 glaciares europeos están en retroceso. De hecho, desde 1850 a 1980 los glaciares de los Alpes han perdido un tercio de su superficie y la mitad de su masa. El cálido y seco verano de 2003 indujo a la pérdida de un 10 % de la masa glaciar permanente de los Alpes, de manera que su retroceso está alcanzando niveles que superan los de los últimos 5.000 años. Se calcula que cerca de 75 % de los glaciares de los Alpes suizos habrán desaparecido para el 2050, según https://reports.eea.ue.int/climate_report_2_2004/en”.

En este sentido, según www.elinformador.com (“Los Alpes reducidos por el calentamiento global”,04-05-08), Bruno Shädler, consejero científico del departamento de Hidrología del Ministerio de Medio Ambiente de Suiza, ha explicado que el calentamiento global está poniendo en riesgo el turismo y los deportes alpinos en este país, entre otras actividades; señala asimismo, que el glaciar suizo Aletsch, el más grande de los Alpes, se reducirá a la mitad en los próximos cien años a consecuencia del cambio climático, lo que puede tener graves consecuencias para un país que ha visto disminuir un tercio de la superficie total de sus glaciares en los últimos 150 años.

Los glaciares alpinos, que han perdido alrededor de un 60 % de su volumen entre 1850 y 2006, suponen la fuente de muchos de los ríos más grandes de Suiza, entre ellos el Ródano, por lo que si llegaran a desaparecer el nivel de agua bajaría notablemente. Esto produciría a su vez un efecto dominó que afectaría a la navegación y producción de energía hidroeléctrica, que representa el 60 % de toda la que se consume en el país.

 Bruno Shädler afirma que la temperatura en los últimos cien años en los Alpes suizos ha aumentado más que el resto del mundo- entre 1,5 y 2 º C entre 1901 y 2000, el doble que el resto del planeta-, lo que ha hecho que se vaya desplazando la cota de nieve. Según los datos que maneja, en poco más de seis décadas puede subir hasta 7 º C de media. Actualmente, el límite donde se puede encontrar se sitúa a unos 850 metros por encima del nivel del mar y se prevé que vaya subiendo de 100 a 150 metros cada grado de incremento de la temperatura, de tal forma que en 2050 se situará entre los 1000 y 1500 metros de altitud.

Schädler tiene imágenes de cómo era el glaciar Rhone en 1850, luego en 1900 y ahora, cuando ya no tiene ni rastro de polvo blanco; según el mismo autor, “el volumen total de los glaciares en metros cúbicos de agua era de 180.000 mil millones y en la actualidad rondan los 60.000”.

Dos fotografías del Glaciar Rhône, Suiza, la primera tomada alrededor de 1906 y la segunda tomada en 2003, donde se muestra el impresionante retroceso del glaciar (fotografías: Gesellschaft für ökologische Forschung, Munich; disponibles en el portal www.swissinfo.org, para mas información sobre retroceso de los glaciares en Suiza consultar https://glaciology.ethz.ch/swiss-glaciers/

 

Glaciar y lengua glaciar del Rhone en 1850. Comparese con la foto siguente del mismo glaciar.

 

Experimentos de la naturaleza: glaciares en retroceso

El retroceso de los glaciares abre tierras nuevas. La rapidez a la cual los glaciares se derriten en algunas regiones es un estudio de caso sobre cuán rápido la vegetación puede seguir y asegurar el suelo expuesto.

Como un ejemplo, eche un vistazo al reverdecimiento del paisaje en un antiguo lecho del glaciar Rhone en los Alpes suizos. En 1860, el glaciar casi llegó al Hotel a la izquierda. Los primeros 1-2 km de suelo libre se han dejado abiertos para el pastoreo del ganado. La zona media ya muestra un bosque de Larix de buena estatura. La roca desnuda liberada recientemente del hielo ofrece muy poco espacio para la vegetación.

A una tasa constante de retroceso del glaciar, ¿qué edad máxima tendrán los árboles?

Rhone glacier
1 - El glaciar Rhone y el área recientemente descubierta por el glaciar (glacier forefield)

 

 Rosa María Tristán, en www.elmundo.es (“Los glaciares menguantes de Suiza, 5-5-2008), y atendiendo a las indicaciones de Schädler indica que la disminución de los glaciares de los Alpes suizos generan un menor cauce de los ríos, más peligro de avalanchas de piedras y, por supuesto, en el futuro, la desaparición del Palacio de Hielo que alberga el glaciar Aletsch, el más grande de Europa. Este glaciar se desplaza, cada verano, unos 100 metros por el agua que tiene por debajo, que lo levanta hasta 40 centímetros, curiosamente sobre todo por las noches.

Para Rosa María Tristán, otra preocupación de este pequeño y turístico país son las precipitaciones. Cada año en Suiza llueve el equivalente a una capa de 1,5 metros de agua, de la que medio metro se evapora. El resto va a los ríos, donde provoca crecidas e inundaciones, que según Schädler, no se sabe aún si están relacionadas con el cambio climático global. “Llueve más en invierno, cierto, pero también tenemos veranos más largos y secos desde hace cinco años, y ello supone que la agricultura tendrá problemas”, señala. “Suiza tendrá que adaptarse, cambiar sus cultivos e instalar sistemas de regadío, pero todo ello supone saber exactamente cuánta agua se puede sacar de los ríos y los lagos para garantizar el abastecimiento, su caudal ecológico y, por supuesto, el suministro energético”, explica el especialista.

Según la misma autora, en Suiza cerca del 60 % de la energía eléctrica es de origen hidráulico y casi el 40 % restante de centrales nucleares. Ambas están amenazadas por el cambio climático: la primera, porque ya se explota al máximo de su capacidad sin dañar el caudal ecológico; las segundas, porque precisan gran cantidad de agua para su refrigeración.

Aún así, con el ánimo de mejorar las cosas, el Gobierno helvético está preparando nuevas normativas para reducir aún más las emisiones y tratará de potenciar las renovables. Pero éstas tienen poco futuro: ni tienen un sol intenso ni la orografía permitiría instalar muchos aerogeneradores.

El Gobierno suizo ya ha realizado un estudio sobre los impactos del cambio climático en la agricultura, en la gestión del agua o en la sanidad pública y “ha comprendido que debe actuar”, según Shädler.

Entre los años 2003 y 2004 se produjo un fuerte deshielo del glaciar Trifgletscher debido al incremento de las temperaturas.

Los últimos estudios científicos indican que las grandes masas de hielo han perdido un tercio de su superficie y el 65 % de su volumen. La situación es tan preocupante que el gobierno de la Confederación Helvética prepara una ley con objeto de reducir las emisiones de CO2 y ayudar a frenar un cambio climático que ya ha llegado a Europa.

Según www.ccsr.utokyo.ac.jp/unfccc.int/, el gobierno de Austria en la Primera Comunicación Nacional al CMNUCC informó que, si la temperatura aumenta en 2 º C, todos los glaciares de los Alpes austriacos perderán volumen y la mayoría desaparecerá completamente.

Como ya hemos indicado y veremos más adelante, existen otros ejemplos a nivel global de regresión de los glaciares:

2.2. Glaciar del Kilimanjaro

Lonnie Thompson, de la Ohio State University, en un informe reciente señala que la capa de hielo del Monte Kilimanjaro podría desaparecer en menos de 15 años. El glaciar del Kilimanjaro retrocedió el 33% de la masa de hielo entre 1989 y el año 2000; al ritmo de incremento de las temperaturas, y quedando sólo menos de un tercio de masa helada, es previsible que su desaparición casi total pueda producirse antes.

El Kilimanjaro en 1970 (foto superior), las nieves del Kilimanjaro estaban intactas; en 2005 los glaciares del Kilimanjaro practicamente han desaparecido. Cortesía de "Una Verdad Incómoda" de Al Gore.

   

   

 

José Larios (2008), estima que los glaciares tropicales son los que más rápidamente están desapareciendo, un ejemplo de ello es el monte Kilimanjaro, (del swahili Kilima, colina y Njaro, brillante) situado en Kenia con una altura máxima de 5895 m en el volcán Kibo.

         Indica, asimismo, que Lonnie Thompson ha estado extrayendo testigos de hielo de los glaciares de esta mítica montaña, los estratos más antiguos tienen una edad de 11.000 años, lo que permite afirmar que ha estado cubierta desde la última glaciación. Según sus cálculos, en 1912 la extensión de los glaciares en el Kilimanjaro ocupaban 12.1 kilómetros2, para el año 2000 solo quedaban 2,2 km2 habiendo perdido el 80% de la masa de hielo. Con este ritmo entre 2015 y 2020 el hielo habrá pasado a ser un recuerdo. (Mark Dyurgerov, Institute of Arctic and Alpine Research, University of Colorado, Boulder).

Lonnie Thompson ha decidido conservar indemnes parte de los testigos de hielo que extrajo del Kilimanjaro para permitir que futuros glaciólogos puedan estudiarlos. Las razones de este retroceso serian la disminución de las nevadas y la evaporación del hielo existente.

Atendiendo a las indicaciones de José Larios (2008) sobre los Glaciares de montaña, por su importancia ampliamos algunos aspectos del retroceso de los glaciares. En este sentido, señala que en el ultimo encuentro celebrado en diciembre de 2007 de la American Geophysical Union, Lonnie Thompson, de la Ohio State University, con un gran prestigio científico en el campo de los testigos de hielo y glaciares, describió una significativa aceleración de la velocidad del deshielo en los glaciares de alta montaña en las regiones tropicales, incluyendo Perú, Tibet, y Kilmanjaro en Kenia.

 

2.3. Glaciares del Himalya

Para el 2035, según las investigaciones de distintos científicos, se vaticina que todos los glaciares del centro y este del Himalaya habrán desaparecido con los problemas que llevará consigo la falta de agua en gran parte de Asia.

 En este sentido, según Greenpeace (2001) en un documento titulado “Los glaciares de todo el mundo sufren los impactos del cambio climático” (noviembre de 2001), asegura una disminución drástica de los cauces de los mayores ríos del área, así los ríos Ganges, Indo, Mekong, Yangtsekian y Amarillo tienen sus fuentes en el Himalaya.

El Himalaya en 1968 (foto superior); y el retroceso de los glaciares del mismo en 2007 (Fotografía inferior) Ambas fotografías son cortesía de Grennpeace España.

  

   

 

El Himalaya y la meseta del Tibet son la fuente de los principales ríos asiáticos, Indo, Ganges, Bramaputra, Mekong, Ayeyarwadi, Salawin, Yangze y Huango, señala José Larios (2007), y añade:

“La disminución de los glaciares que los alimentan, va a suponer una sobreoferta de agua con fecha de caducidad a corto plazo. Cientos de millones de personas tendrán restricciones de agua y perdida de producción de alimentos si, como hemos visto estos glaciares desaparecen parcialmente para dentro de cuarenta años y totalmente para final de siglo.

La disminución de la cantidad de agua disponible para el riego y el abastecimiento de agua potable conducirá a la perdida de cosechas y conflictos entre los países que comparten el curso de estos ríos por el control del uso de este recurso.

Otro tanto ocurrirá en las cuencas de los ríos alimentados por los glaciares de los Andes a un ritmo más rápido, tanto por la altitud menor de esta cordillera como por la latitud de la mayoría de estos glaciares”.

 

2.4. Glaciares de los Andes peruanos.

En el mismo sentido se expresan los investigadores respecto de los glaciares de los Andes Peruanos, así señalan que desde 1963 el glaciar Quelcaya ha perdido un 20 % de su volumen, habiendo retrocedido más rápidamente en el siglo XX que en los últimos 500 años según asegura Liverman D. et alter en “The impacts of Climate Change in Latin America. Greenpeace Internacional. 1994”.

         En el Glaciar Qori Kalis en Perú ente 1978 y 2006, ha retrocedido la masa glaciar, hasta convertirse, debido al derretimiento del hielo (calentamiento global) en una laguna glaciar cerrada por su frente inferior por los restos de una morrena frontal de la lengua glaciar preexistente.

 Se estima que este glaciar desaparecerá antes del 2020. De acuerdo con Kirsty, H. en “Climate Change in the Andes: Weekly Newspaper. Internet Edition, nº 35, 2000” el peruano glaciar Chacaltaya también va a desaparecer en fechas próximas con el agravante que es el suministrador de agua beber y para crear hidroenergía, considerándose una sería amenaza para la población de La Paz en Bolivia.

Según José Larios (2008), “Thompson, que ha estado estudiando el glaciar Quelccaya en los Andes del Perú durante 30 años, afirma que durante la primera mitad de ese período el glaciar se ha retraído una media de 6.1 metros por año pero en los últimos 15 años se han retraído a una media de 61 metros anuales”.

En Ecuador, según todos los vaticinios de los expertos va a correr la misma suerte con la desaparición de los glaciares.

“En una situación similar se encuentran todos los glaciares tropicales, el Chacaltaya en Bolivia ha perdido el 67% de su volumen y el 40% de su grosor entre 1992 y 1998 y el 90% de su masa desde 1940; se espera que desaparezca entre el 2010 y el 2015.

Los Andes peruanos tienen 722 glaciares con una extensión de 723 km2, entre 1977 y 1983 se habían reducido el 7%.

El glaciar Quelccaya en 1978 y en el 2003

El Quelccaya, 5470 m y 44 km2, es el glaciar tropical más grande del mundo ha perdido el 20% de su superficie desde 1978 y se ha estado reduciendo 155 metros anuales entre 1995 y 1998 ha formado un lago en el frente del glaciar y el suelo aparece desnudo por primera vez en miles de años. Cuando L. Thompsom investigaba este glaciar en 1963, se retraía 4,7 metros cada año, en 2003 la velocidad es de 205 metros anuales, 40 veces más rápida”.(https://earthobservatory.nasa.gov)

2.5. Glaciares chilenos y argentinos.

 El artículo publicado en AFP (19-12-2008) titulado “El retroceso de glaciares chilenos, un patente efecto del calentamiento global”,  señala que el retroceso de los glaciares de Chile, concentrados en dos grandes masas de hielo en la Patagonia, es un efecto patente del calentamiento global y una amenaza para estas  importantes reservas de agua dulce ubicadas en el extremo sur del continente sudamericano; este artículo se basa en un reciente estudio de la estatal Dirección General de Aguas (DGA) que consideró mediciones entre 1986 y 2007, determinó que han retrocedido 20 de los 23 glaciares estudiados en la zona de los Campos de Hielo Sur, la tercera mayor concentración de hielo en el planeta tras la antártica y Groenlandia. Los resultados del informe de la DGA, elaborado a partir de imágenes de satélites, fueron calificados como preocupantes por el jefe de esa división.

Junto con los Campos de Hielo del Norte, constituyen las dos grandes extensiones de hielo de Chile y están ubicadas en plena Patagonia.

“La disminución de las precipitaciones registradas en diversas estaciones meteorológicas en la Patagonia y el aumento de la temperatura regional cercano a 1 º C en el siglo XX, han llevado a un retroceso frontal de los glaciares que incluso en algunos casos ha superado los 580 metros por año”, indica el estudio de la Dirección General de Aguas de Chile.

El glaciólogo Andrés Rivera, del Centro de Estudios Científicos de Valdivia (CECS), afirma que “el retroceso de los glaciares es uno de los temas más relevantes del calentamiento global porque es ahí donde el cambio climático se hace más evidente”. Aunque es un proceso que se ha incrementado en las últimas décadas por el adelgazamiento de las paredes de hielo, el retroceso de los glaciares “no es algo nuevo”, aclara Andrés Rivera, sino un proceso que se inició hace más de un siglo.

 El informe de la DGA de Chile, confirma que entre los años 1986 y 2001 los glaciares retrocedieron a tasas anuales de 67 metros, mientras que en el período 2001-2007 lo hicieron a tasas de 45 metros.

El Glaciar Jorge Montt, en Chile, ha retrocedido en un año 1 Km

COLAPSO. El glaciar retrocedió un kilómetro en un año.

El glaciar que más disminuyó fue el Jorge Montt, que perdió 11 kilómetros y más de 40 km2 de superficie en 21 años;

El Glaciar de San Rafael, en Chile, se está convirtiendo en una laguna

otro glaciar que retrocedió ostensiblemente es el de San Rafael, que perdió 21 kilómetros en los últimos 136 años (este ventisquero, famoso destino turístico del sur de Chile, está ubicado en los Campos de Hielo Norte y termina convertido en una pared de hielo sobre la Laguna San Rafael).

En Chile, a lo largo de toda la cordillera de los Andes, se concentran el 76% de los glaciares de América del Sur, que cubren una superficie de 20.000 km2 y que en tiempos de sequía son fuentes de agua para el consumo y la agricultura.

Según Andrés Rivera, en contraste, sin que haya hasta ahora claridad sobre este fenómeno, el glaciar Pio XI, el más grande de Campos de Hielo Sur, es el único que sigue creciendo (hasta el verano austral de 2008 el Pío XI está avanzando, asevera Rivera); lo mismo ocurre con el Perito Moreno, que se sitúa de lado argentino, a pesar de que otros científicos que advierten que también está en retroceso, como hemos visto. “Estos dos ejemplos son anomalías, las únicas excepciones en este contexto regional de fuerte retroceso y adelgazamiento”, indica el científico.

Arco del Glaciar Perito Moreno en 2007

Como señala https://blogs.periodistasdigital.com en un artículo publicado el 08-07-2008 titulado “El glaciar Perito Moreno se rompe en pleno invierno austral, por primera vez desde 1917”, el glaciar en el Sur de Argentina comenzó un proceso de ruptura inusual en pleno invierno austral y originó una gran expectación entre lugareños y turistas que desafiaron las bajas temperaturas para presenciar el fenómeno.

Ruptura del Arco del Glaciar Perito Moreno en 2008

Carlos Corvalán, director del Parque Nacional de Los Glaciares, en diálogo con el canal televisivo de Buenos Aires “Todo Noticias”, aseguró que la noche del 8 de julio de 2008 “cayeron varios pedazos grandes de hielo y se acortaron los tiempos; el jueves anterior apareció una grieta en el dique que el glaciar forma sobre la Península Magallanes del Lago Argentino lo que hacía prever el gigantesco desmoronamiento de hielo que normalmente ocurre en los veranos y cada cuatro o cinco años”.

El fenómeno es provocado por la presión de las aguas sobre el dique de hielo, que comienza a agrietarse hasta formar un hueco en forma de arco que lo debilita y termina por derrumbarse. Según algún científico, como Ricardo Villalba, “el fenómeno responde a un proceso natural, que es dinámico y que se repite aproximadamente cado dos o cuatro años y nada tiene que ver con el calentamiento global”.

El director del Instituto de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales, con sede en el Centro Regional de Investigaciones Científicas y Técnicas, recordó que los últimos desprendimientos se han registrado en el mes de marzo. Este desarrollo se inicia cuando el glaciar, que se ubica en uno de los brazos del Lago Argentino, se desplaza hasta la punta de la Península de Magallanes y de ese modo cubre las vías de drenaje del agua.

Este corte, asegura, genera un aumento muy importante del nivel de agua, 20 metros cuadrados, que rápidamente comienza a ejercer una fuerte presión sobre el frente del glaciar. Entonces se origina la fractura y después termina con el desprendimiento de grandes bloques de hielo.

“En este proceso la clave es la presión del agua y no la temperatura de la tierra, no existe ningún estudio científico que indique esta última posibilidad”, enfatizó Villalba.

Cabe destacar que desde 1917, año a partir del que se comenzó a documentar este fenómeno, esta es la primera vez que se produce un desprendimiento en invierno.

El glaciar Perito Moreno, de unos 20 km2 de extensión, está situado sobre la cordillera de los Andes, límite natural entre Argentina y Chile, y es uno de los pocos del mundo que se mantiene estable, sin retroceder como consecuencia del calentamiento global.

El frente del glaciar mide uno 2,8 kilómetros de largo y una altura de unos 70 metros sobre el nivel de las aguas del lago, aunque la pared de hielo llega a su techo.

Un ejemplo claro de retroceso glaciar es el del Glaciar Upsala en la Patagonia gaucha; una vasta extensión de Km2 de hielo se ha convertido en un inmenso lago glaciar debido al incremento de las temperaturas, lo que nos indica la realidad del calentamiento global y el cambio climático.

Glaciar Upsala en 1928, arriba, y en 2004, abajo.

 

 Digital Norte (Argentina) en un artículo publicado el 2-12-2007 sobre el glaciar Perito Moreno titulado“El misterio que oculta el glaciar Perito Moreno”, asegura que los científicos no logran explicar por qué el calentamiento global no hace que retroceda de la superficie terrestre, como sucede con la mayoría de ellos, en pocos meses más se producirá una nueva ruptura en el dique de hielo que está formado contra la costa terrestre. Las últimas veces que el Perito Moreno dio un espectáculo natural a miles de turistas del país y extranjeros fueron en marzo de 2004 y 2006.

Según señaló el geólogo Jorge Rabassa, del Centro Austral de Investigaciones Científicas de Ushuaia, al diario La Nación “ninguna de las investigaciones realizadas explica por sí sola el comportamiento anómalo del glaciar”. Lo llamativo del caso, afirman, es que, a diferencia del resto de los glaciares que se encuentran en pleno retroceso, el Perito Moreno avanza sobre la tierra firme y forma un dique bloqueando el curso de agua entre los lagos Brazo Rico y el Canal de los Témpanos. Finalmente esto termina en una ruptura con mucha más frecuencia.

El fenómeno del glaciar Perito Moreno se puede explicar por tres teorías: La primera es un complejo cambio interno en las condiciones de drenaje de la cuenca del glaciar, lo que hizo que recibiera mucho más hielo que antes y por lo que avanza, mientras el resto retrocede. Otra hipótesis es el constante movimiento sísmico bajo una zona afectada del glaciar facilitando el desplazamiento de la base de hielo. Y la última es el efecto en el Océano Pacífico de la corriente del El Niño.

En tanto, un desalentador dato aportado por los geólogos, la mayoría de los glaciares desaparecerán en los próximos 20 y 30 años.

 La Página Web www.infobae.com (“El Perito Moreno es cada vez más grande” 8-12-2008), asegura que mientras el calentamiento global provoca que la mayoría de las masas de hielo reduzcan su volumen, el glaciar argentino Perito Moreno es una de las pocas excepciones. “Una anomalía” beneficiosa.

Glaciar Perito Moreno

 

El derretimiento de los glaciares es una de las más dramáticas consecuencias del cambio climático global.

Además del calentamiento de la temperatura de la Tierra, existe otra causa que hace que las masas de hielo pierdan volumen. Algunos colapsan ya que disminuye la profundidad de los fiordos en los que están ubicados.

Sin embargo, mientras en todo el mundo, los glaciares disminuyen drásticamente y año tras año la cantidad de kilómetros que ocupan, hay dos excepciones en América del Sur.

Una de ellas es el glaciar Hielo Sur, en Chile y otro es el argentino Perito Moreno. Estos son ejemplos de “anormalidades”, dentro de la tendencia global.

La importancia de esto radica en que los científicos creen que los glaciares serán la fuente de agua potable por lo menos por un siglo, mientras la cantidad de agua dulce, sigue en disminución y la población crece.

 

2.6. Glaciares de México

En este sentido, según la Prensa Latina de 17 de noviembre de 2008, (“Glaciares de México en peligro por calentamiento global”) los glaciares de las montañas mexicanas están en peligro de desaparición a causa del calentamiento global, alertó el especialista del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma (UNAM), Hugo Delgado. De acuerdo con estas declaraciones, en un corto período de entre 10 y 35 años las masas de hielo de los picos Iztaccíhuati y el Orizaba podrían desaparecer totalmente.

Glaciares en retroceso: Orizaba y Iztaccihuati

El académico Hugo Delgado explicó, también, que la temperatura de los hielos en el Iztaccíhuati, que tiene una altura de 5.200 m, está cerca de cero grados centígrados y la del ambiente ya no es lo suficientemente fría para preservar la congelación.

En el caso del pico Orizaba la situación es un poco más alentadora pues su altura es superior, 5.700 m, por lo que el derretimiento, de seguir el cambio climático global, sería para 2040.

El cambio climático derrite los glaciares de los volcanes del Valle de MéxicoEl cambio climático derrite los glaciares de los volcanes del Valle de MéxicoEl cambio climático derrite los glaciares de los volcanes del Valle de México

El experto subrayó que los glaciares del volcán Popocatépel están condenados a extinguirse. Asimismo, aseguró que este problema no sólo es preocupante para México sino para todos los países latinoamericanos que tienen glaciares; al respecto, recordó que Perú perdió 145 masas de hielo en las dos décadas anteriores, y en Bolivia se extinguió el cuerpo de hielo de la montaña Chacaltaya. También alertó sobre las tragedias que pueden ocasionar los desbordamientos de las lagunas o represas formadas por la fusión de los hielos por el calentamiento global.

El fenómeno del deshielo global representa una de las evidencias más notables de los cambios climáticos recientes, especialmente acentuado en las montañas de los trópicos.

2.7. Glaciares de Norteamérica

De acuerdo con Molnia, B. en “Desarticulation and Recent Rapid Retretas of the Bering Glaciar, Alaska. US. Geological Survey. Internacional Union for Quaternary Research-INQUA-XVI Congreso. 23-30 de julio. 2003”, el mayor glaciar norteamericano, el Bering en Alaska, está sufriendo un rápido retroceso. Entre 1967 y 1993 retrocedió 10,7 Km. Además, desde el año 1999 registró un rápido retroceso, que en el 2002 fue de 700 m. en menos de 24 horas, y en junio de ese año se desprendió de él un iceberg de 1,2 Km. de largo (https://gsa.confex.com/gsa/inqu/finalprogram/abstrat-55535.htm).

En este sentido, indicamos también que la Cordillera de las Cascadas en el oeste de América del Norte se extiende desde el Sur de Canadá hasta el Norte de California. Exceptuando Alaska, esta cordillera contiene aproximadamente la mitad del área glacial de Estados Unidos. Sus glaciares contienen tanto agua como todos los lagos y reservas del resto del estado y producen una buena parte del flujo que alimenta a los ríos en los meses secos de verano. En 1975 varios de estos glaciares estaban creciendo debido al incremento de nevadas y a las temperaturas más frescas de lo habitual que se registraron entre 1944 y 1976. Sin embargo desde 1987 todos los glaciares de esta cordillera están en retroceso y el ritmo de derretimiento se ha ido incrementando década tras década. Entre 1984 y el 2005 la Cordillera de las Cascadas ha perdido entre el 20 % y el 40 % de su volumen de hielo, según Mauri S. Pelto (2004) en The Disequilibrium of Nort cascade, Washington Glaciers 1984-2005. En “Hydrologic Processes”.

Entre Montana (Estados Unidos), haciendo frontera con los estados canadienses de Albeta y Columbia Británica se encuentra el Parque Nacional de los Glaciares (Glaciar Nacional Park) en el Grinell Glaciar desde 1938 a 2005 ha ido perdiendo masa, grosor y extensión, y transformándose parte de él en lagos y lagunas, debido al efecto del calentamiento global.

En 63 años, de 1938 a 1981, se observa el retroceso del glaciar iniciándose al pié del mismo un lago en el que todavía quedan restos de la morrena y bloques en el lago.

Lo mismo ocurre en 1998, haciéndose mayor el lago y quedando cada vez menor masa de hielo. En la de 2005 ya casi ha desaparecido el glaciar.

Un ejemplo más de retroceso de glaciares es el del Glaciar Bouldert en Estados Unidos. Los glaciólogos americanos han estudiado el retroceso de este glaciar desde 1932 al año 2005. Este glaciar ha retrocedido 450 metros desde 1985 hasta el 2005.

El Galciar Bouldert en 1910 (foto superior) y el mismo en 2007. Buen ejemplo de Calentamiento Global

 2.8. Groenlandia, Ártico y Antártida

 Greenpeace en “El estado de la criosfera. Lo que el Hielo nos Cuenta: diciembre 2003”, indica que Groenlandia es la mayor masa de hielo del Hemisferio Norte. Algunos modelos climáticos predicen que la capa de hielo de Goenlandia podría perder la mitad de su masa en los próximos 500-1000 años, provocando un ascenso del nivel del mar de unos 3 metros; un hecho destacable es que el 40 % de la banquise de Groenlandia ha desaparecido en los últimos 60 años como consecuencia de la subida de la temperatura media que ha alcanzado 1,5º C de incremento; las consecuencias del derretimiento de la banquise de Groenlandia se centran en la desaparición del oso polar antes de fin del siglo XXI al no encontrar alimento suficiente y por extensión algunos pueblos de la zona del circulo polar Ártico por los mismos motivos;  asimismo, afirma que la cantidad de hielo del Ártico se ha reducido drásticamente durante los últimos 20 años y podría desaparecer totalmente durante el verano en un plazo de 100 años. Además, señala que la Antártica, la mayor masa de hielo del planeta, presenta un sistema un poco más complejo, aunque parte de la capa del helada de la región oeste y las plataformas de hielo de la península están en retroceso.

 

 

El cambio climático está haciendo desaparecer lagos glaciares de Groenlandia.

El fenómeno lo publica hoy (domimgo 20 de abril de 2008) la revista norteamericana Science,

a partir de un estudio de la Institución Oceanográfica Woods Hole (WHOI) y de la Universidad de Washington

 

 

Deshielo Groenlandia.jpg

Se acelera la desaparición del hielo en la superficie de Groenlandia

 

La capa de hielo de Groenlandia desaparece cada vez a mayor velocidad (Foto presente)

  • Satélites y dispositivos informáticos han certiciado el fenómeno
  • Desde 2000, la capa de hielo de Groenlandia ha perdido 1.500 gigatoneladas
  • Si se derritiera todo el hielo de la isla el nivel del mar subiría siete metros

"La información de la Antártida es coherente con lo que hemos estado viendo en todas las otras áreas con glaciares –el deshielo y la reducción está ocurriendo más rápido de lo que se predecía” afirmó L. Thompson “ Los glaciares, especialmente los tropicales de alta montaña, son los canarios de las minas de carbón. Nos están diciendo cuan grandes son los cambios climáticos que están ocurriendo.”

 José Larios (2008), advierte que el riesgo de desaparición de la banquisa del Polo Norte en verano se presumía que no ocurriría en este siglo pero en el 2005 las investigaciones sobre el comportamiento del la cubierta de hielo y los datos arrojados por los modelos de simulación y proyección del clima comienzan a situar este fenómeno para finales del siglo actual, pero desde entonces cada año que ha pasado, los pronósticos han ido reduciendo drásticamente el plazo de tiempo para que se produzca este fenómeno.

 

De acuerdo con https://www.metoffice.gov.uk/, el Hadley Centre for Climate Prediction and Research, organismo del Met Office, divulga en diciembre de 2005 un documento “Climate change and the greenhouse effect” en diciembre de 2005 en el que se afirma que para los 2080, el hielo marino del Polo Norte desaparecería totalmente en verano según las proyecciones hechas para el peor de los escenarios esperados.

En el verano de ese mismo año, el Ártico había sorprendido a los científicos con un deshielo masivo inesperado, el 21 de septiembre de ese año la extensión helada quedó en 5.32 millones de kilómetros cuadrados. El deshielo se incrementa un 8% cada decenio cuando en el período 1979-2001 era del 6.5%.

La desaparición del Ártico es la antesala del fin

 

El Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR), de la Universidad de Washington y de la Universidad McGill el 12 de diciembre de 2006 advierte de que, para el año 2040, la capa de hielo que cubre el Ártico puede haber desaparecido. La culpa, una vez más, la tendría el cambio climático, que en esta ocasión podría cambiar el ecosistema del mundo, incluyendo la vida marina y terrestre, el clima, las rutas marítimas e incluso las necesidades nacionales de defensa.

Para llegar a esta conclusión, el equipo científico había efectuado diversas simulaciones con superordenadores que mostraban que, de continuar la actual tasa de acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, para el verano boreal de 2040 sólo quedaría una pequeña franja de hielo perpetuo en el norte de Groenlandia y Canadá.

El trabajo publicado en la revista ‘Gephysical Research Letters’, estudiaba el impacto de los gases de efecto invernadero en el Ártico. Los escenarios por ordenador ponían de manifiesto cómo la capa helada se podría reducir de forma vertiginosa cada septiembre en los siguientes 20 años, y podría retroceder cuatro veces más rápido de lo que nunca antes se habría observado.

Los Gases Efecto Invernadero y el Calentamiento Global en el Ártico y las capas

de de hilo continuan desapareciendo.

“Ya hemos visto grandes pérdidas de hielo oceánico, pero nuestra investigación sugiere que la reducción en las próximas décadas podría ser mucho más dramática que lo que nunca se ha observado hasta ahora”, señaló la científica de NCAR Marika Holland. “Y estos cambios son sorprendentemente rápidos”, añadió.

Atendiendo a José Larios (2008), el hielo ártico se ha reducido en los últimos años, especialmente en verano, cuando el grosor y las áreas heladas son mínimos. Para analizar cómo el cambio climático afectaría al hielo en las próximas décadas, el equipo estudió una serie de siete simulaciones.

         Uno de los modelos indicó que si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan al ritmo actual, el hielo del futuro Ártico tendrá períodos de estabilidad y períodos de retirada aguda.

En una de las simulaciones, el hielo de septiembre se encoge desde seis millones de kilómetros cuadrados a tan sólo dos millones en un período de 10 años. Para 2040, sólo una pequeña superficie de mar de hielo eterno permanecerá a lo largo de las costas de Groenlandia y Canadá, mientras que la mayor parte de la cuenca ártica estaría libre de hielo en septiembre.

Aunque geográficamente se encuentra lejos de la mayor parte del mundo habitado, la fusión del hielo ártico podría cambiar el ecosistema del mundo, incluyendo la vida marina y terrestre, el clima, las rutas marítimas e incluso las necesidades nacionales de defensa. “En este juego hay ganadores y perdedores, pero yo pienso que el balance es negativo”, dijo Mark Serreze, científico del Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve de la Universidad de Colorado.

Para Rusia, “las rutas marítimas se abrirán, verán un beneficio económico (…) Para Canadá, esto podría ser una oportunidad de prosperidad económica”, agregó el científico. Pero la fusión masiva del hielo marino Ártico podría crear una serie de problemas, desde cómo se adapta la vida salvaje a las nuevas condiciones hasta cómo responden las naciones a las nuevas fronteras.

Nuevas rutas en el Ártico

“Acarreará otros asuntos geoestratégicos”, dijo en una entrevista Mead Treadwell, presidente de la Comisión de Investigación Ártica en Anchorage, Alaska.

 Treadwell, sostiene que Estados Unidos tendría que patrullar la frontera norte de Alaska y prepararse para derrames de crudo en lugares remotos, así como la apertura de nuevas rutas marítimas.

Los expertos apuntan como causas de la pérdida de hielo que el agua oceánica absorbe más luz solar que el hielo, lo que supondría que áreas marinas libres de hielos acelerarían el riesgo de calentamiento. Además, se espera que el cambio climático influya en la circulación oceánica y que las corrientes más calidas se dirijan al Ártico.

Los científicos sugieren, que la única forma de evitar la pérdida de hielo y el aumento del calentamiento global, es la puesta en marcha de agresivas medidas de reducción de las emisiones de los gases que provocan el efecto invernadero.

 

Atendiendo a https://news.bbc.co.uk/2/hi/science/nature/7139797.stm

https://edition.cnn.com/2007/TECH/science/12/11/arctic.melt.ap/in

dex.html:

En el Fall Meeting de la American Geophysical Union, AGU, celebrado en San Francisco en diciembre de 2007, entre otras, iba a saltar otra noticia sobre el Ártico, sin tomar en cuenta los sorprendentes deshilos del verano de 2005 y el 2007 pronostica la desaparición de la banquisa del Polo Norte para el año 2012.

Esta es la afirmación que mantiene el científico de la NASA Jay Zwally que ha declarado: "A estos tasas, el Océano Ártico podría estar cerca de estar libre de hielo al final del verano de 2012, mucho más rápido que la predicciones previas." En este sentido, según la Agencia Reuters, el hielo del verano del Ártico podría desaparecer en 2013 afirma el científico Warwick Vincent, director del Centro de Estudios del Norte en la universidad de Laval en Québec, lo que implicaría un verano sin hielo en 2013. “El Ártico se está calentando a doble velocidad que el resto del mundo y la capa de hielo del mar cayó a mínimos históricos en 2007”: Vincent confirmó este extremo, “me impresionó ver lo rápido que se están sucediendo los cambios. La vista del mar abierto es algo que no hemos visto en los 10 años que hemos estado trabajando ahí arriba”, refiriéndose a los últimos 10 veranos que pasó en la isla de Ward Hunt, un remoto lugar a unos 4.000 kilómetros de Ottawa; según sus afirmaciones, en 2008 la temperatura máxima en verano en Ward Hunt fue de 20º C, cuando lo normal es de 5º C. Durante ese verano 5 plataformas de hielo a lo largo de la isla de Ellesmer en el norte de Canadá, que tenían más de 4.000 años, redujeron su volumen en un 23%.

Esta misma opinión ha mantenido en el Fall Meeting el profesor Wieslaw Maslowski, investigador del Naval Postgraduate School, Monterey, California, que afirmó en el encuentro que las proyecciones previas habían subestimado los procesos que ahora provocan la perdida de hielo.

En el pasado verano la cubierta de hielo ha quedado reducida a 4,13 millones de kilómetros cuadrados, la menor superficie del actual período climático.

Es de destacar que el modelo que ha empleado el profesor Maslowski y su equipo ha usado los datos de la evolución de las pérdidas desde 1979 a 2004, y por tanto no han incluido los mínimos de 2005 no el de 2007 que pulverizó el anterior, superando la disminución en 1,2 millones de kilómetros cuadrados, una extensión que duplica la de la Península Ibérica.

"Teniendo en cuenta este hecho, se puede argumentar que nuestra proyección del 2013 es ya bastante conservadora." Declaró a la BBC.

Siguiendo a https://nsidc.org/news/press/2007, el año pasado (2007) 552.000 mega toneladas de hielo se fundieron en Groenlandia según datos preliminares del los satélites de la NASA. Esto supone un 15% más que la perdida media anual, batiendo el record de 2005.

 

En cuanto a superficie la cantidad de hielo perdido el 2007 ha sido el 12% superior al peor año anterior, 2005 según datos de la Universidad de Colorado, Esto es casi cuatro veces superior a las fusiones de hace 15 años. Suficiente agua para cubrir Washington, D.C. más de 700 metros.

La superficie de hielo marino fundido el pasado verano fue un 23% superior al anterior record, ocurrido en 2005.

Por primera vez en nuestra historia el Paso del Norte fue abierto a la navegación. Según la metodología del Nacional Snow and Ice Data Center (NSIDC), University of Colorado, la superficie helada era de 5,57 millones de Km2 en 2005 y de, tan solo 4,28 millones de Km2 en 2007.

El hielo restante es anormalmente delgado, lo que probablemente facilitará deshielos en futuros veranos.

Combinando el área perdida y el grosor de la restante, los científicos calculan que el volumen total de hielo es la mitad del existente en 2004.

La Antártida gana masa en el interior pero pierde más en los bordes, según José Larios (2008):

Un amplio estudio del hielo de la Antártida confirma la reducción del casquete polar. Solo en 2006 la Antártica perdió cerca de 200.000 millones de toneladas de hielo, los investigadores afirman que es el equivalente a 0,5 milímetros de elevación del nivel del mar y el 75% que las perdidas en 1996.

Desprendimiento de hielo en la Antártida.

 

El estudio también concluye que la proporción por perdida por deshilo de los glaciares y corrimientos es mayor que las ganancias por nevadas. El informe concluye que entre 2002 y 2005, la Antártida perdió una media de 152 km3 (139 giga toneladas) anuales.

“Esto refuerza la conclusión anterior de que la Antártica está perdiendo masa – que todavía no es un resultado bien aceptado.” En palabras de Eric Rignot, un experto en capas de hielo de la Universidad de California en Irvine y responsable de equipo que publicó el pasado 13 de enero de 2008 el informe de los nuevos resultados en Nature Geoscience. Y lo que es muy importante ambos estudios han usado datos de satélite pero se han usado técnicas diferentes.

Estos estudios avalan la preocupación que el acelerado deshielo de la Antártida contribuya a la elevación del nivel del mar. Este aspecto no ha sido incluido en el último informe del IPCC de 2007 y nos sitúa en el peor escenario previsto. La no inclusión viene motivada por la necesidad de consenso del IPCC que solo avala aquellos indicios sobre los que no hay incertidumbres.

Rignot ha usado radar interferometría para el 85% de la costa en 1996, 2000 y 2006 y ha usado modelos climáticos preexistentes para calcular las aportaciones de nieve en el interior, la parte con más incertidumbres de sus cálculos, y afirma que las perdidas son muy similares a las calculadas para Groenlandia.

La tendencia, 75% de incremento desde 1996 preocupa a Rignot ya que una vez los glaciares están bien lubricados es difícil parar el descenso y en el peor escenario la Antártida podría aportar un metro, otro Groenlandia y medio metro los glaciares de montaña en el próximo siglo.

Recordar que el IPCC mantiene una elevación de 0,5 metros en el peor escenario para 2100, según el mismo autor.

Las grandes capas de hielo que cubren el árido continente de la Antártica contienen la mayor parte del agua dulce del planeta. A pesar del intenso frío que impera en esta región del mundo varias zonas heladas están mostrando síntomas de deterioro.El ejemplo más evidente de este fenómeno es la evolución de la Barrera de Hielo Larsen.  Debido al incremento de temperatura registrado en este continente, aproximadamente 0,5º C desde 1940, se formaron lagunas profundas sobre esta inmensa capa de hielo que provocaron que este glaciar perdiese más de 5.000 Km2 de su extensión en apenas seis años, entre 1995 y 2001. Los lagos recién formados llegaron a horadar la capa de hielo inestabilizando la placa glaciar. El hundimiento de buena parte de este vasto glaciar comenzó el 31 de enero de 2002 y durante un período de 35 días se rompió lentamente formando miles de iceberg de 3.250 Km2 de superficie total, más o menos el equivalente a la superficie de la región de Rhode Island en estados Unidos.

Barra de hielo Larsen

Larsen Ice Shelf in Antarctica.jpg

 José Larios (2008), señala que las imágenes de satélite Moderate Resolution Imaging Spectroradiometer (MODIS) analizadas por la Universidad de Colorado Centro Nacional de Datos sobre Hielo y Nieve revelaron que la sección norte de la placa de hielo Larsen B, con un grosor de 220 metros se destrozó y se separó del continente dejando miles de iceberg a la deriva en el mar de Weddell. Un total de cerca de 3.250 km2 de placa se desintegró en un periodo de 35 días que comenzó el 31 de enero de 2002. En los cinco años anteriores la pedida había sido de 5.700 Km. y con esta última reducción se pierde cerca del 40% sobre el mínimo previo de hielo estable.

Mapa de localización

 

Barrera de hielo Larsen

Durante esos 35 días la placa de Larsen B perdió el equivalente a 10.000 campos de fútbol diarios, en términos de volumen la perdida fue de 720.000 millones de metros cúbicos, según afirma el mismo autor.

Localización Placa de Larsen B

El colapso de Larsen B, mostrando la disminución de la barrera desde 1998 a 2002

Se responsabiliza de este hecho al calentamiento global que ha elevado la temperatura en 0.5º C por década siguiendo una tendencia iniciada en los años 40.

“Durante el vuelo realizado el 13 de Marzo de 2002 el equipo compuesto por los dos científicos y cuatro tripulantes del avión Twin Otter T-87 de la Fuerza Aérea Argentina observó atónito varios grupos de ballenas, en zonas donde hasta hace un par de semanas y durante varios miles de años había existido una extensa placa de hielo de más de 200 metros de espesor. Según el Profesor E. Domack, del Hamilton College, EEUU., el evento que acaba de ocurrir no tuvo parangón al menos en los últimos 12.000 años,” según: https://nsidc.org/iceshelves/larsenb2002/.

          Las últimas noticias que tenemos del deshilo de la Antártida corresponden al 19 de febrero de 2009, que según información de COLPISA, Madrid, la placa Wilkins (en la Antártida) se resquebrajó por el calentamiento global; esta fuente ha sido proporcionada por el equipo de científicos a bordo del buque español de investigación polar “Hespérides”. Se trata de rotura de 14.000 Km2 de hielo debido al grave calentamiento de la península antártica desde hace medio siglo, a razón de 0,5 grados centígrados por década.

         Un año después de que se observaran las primeras grietas y tras meses de vigilancia satelital, las observaciones en la zona certifican el desprendimiento de un sector de 14.000 km2. La dotación y los científicos de la expedición “Hespérides” han constatado también el retroceso por fusión de 550 kilómetros del frente de hielo en el mar de Bellinghausen, al oeste de la península antártica.

Placa de hielo Wilkins

          Las mismas fuentes, indican que la desintegración de una enorme porción de la Placa de Wilkins supone un broche triste para el Año Polar Internacional, que se clausura en marzo de 2009. En el transcurso de la efeméride, celebrada entre 2007 y 2009, “se ha visto lamentablemente la mayor pérdida de hielo documentada hasta el momento, tanto en el Ártico, con pérdida record de hielo marino en 2007, como en la Antártica, donde ahora asistimos a un retroceso dramático del hielo, explica desde el “Hespérides” Carlos Duarte, del Instituto Mediterráneo de estudios Avanzados (IMEDEA-CSIC) y coordinador del Proyecto ATOS en ambos océanos polares, en el que participan investigadores de las Universidades de Lancaster (Reino Unido), del Algarbe, de Québec y de Harvard.

         “Los sucesos recientes demuestran que fuimos demasiado conservadores cuando a principios de los 90 predijimos que la placa Wilkins se perdería en unos treinta años; está sucediendo mucho más rápidamente”, valoró David Vaghan, del Servicio de Investigación Antártica Británica (BAS) cuando las imágenes del satélite de la Agencia Espacial Europea (ESA) detectaron las primeras grietas importantes en la placa, en febrero de 2008.

La placa de hielo Wilkins, una vasta superficie de hielo flotante localizada durantes siglos en el suroeste de la península antártica, que al igual que las plataformas heladas –Larsen A, Larsen B, etc.- desaparecidas total o parcialmente en las últimas dos décadas. La placa Wilkins sufrió una primera rotura importante en 1998, desprendiéndose un bloque de algo más de 1.100 Km2, y otras parciales a lo largo de 2008 que casi hicieron desaparecer el puente de hielo que conecta las islas Charcot y Latady.

 Según informaciones de la expedición, el nuevo colapso ha dejado al Mar de Bellinghausen, escenario de la actual campaña del “Hespérides”, con un número elevado de témpanos e iceberg de enormes proporciones que hacen muy peligrosa la navegación. Cubiertas hasta ahora por la plataforma de hielo, son aguas relativamente desconocidas. “No hay información fiable sobre la topografía del fondo, que según nuestros datos estaría entre 150 y 300 metros en las zonas donde estamos trabajando, afirmó el comandante del “Hespérides”, Pedro Luís de la Puente. Desde el buque de la Armada han avistado iceberg desgajados de la placa y varados, “lo que indica que seguramente superan los 200 metros de altura”, apostilló (https://www.heraldo.es/index.php/mod,noticias).

Fragmento del libro "El Planeta Tierra en peligro.Calentamiento Global. Cambio Climático. Soluciones" . Editorial Club Universitario de Alicante.
Autor: José Amestoy Alonso

 

 

 

 

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